+Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas
Lc. 1, 5-25
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Qué pasaje más significativo este que tiene la liturgia de hoy, porque Dios ha estado siempre con el hombre y ya está por nacer en el mundo. El ángel Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista antes de hacerle saber a María que nacerá Cristo. Dios envía a su ángel ante Zacarías para anunciar su obra milagrosa: un niño nacerá de dos padres ancianos y estériles, porque para Dios no hay nada imposible. De esta manera se preparaba la Natividad del Señor, antes del inicio del mesianismo de Cristo dios ya había pensado en nosotros.
Nosotros tenemos presente nuestros pasos en la vida, siempre de la manera que marca el andar cotidiano. Estamos muchas veces inconscientes de la obra salvadora, estamos lejos o apartados, o, en el mejor de los casos, comulgamos diariamente pero no vivimos en consecuencia. Hay muchos que preparan el camino de una manera más cuidadosa: los que se ponen a vivir el Evangelio. Otros son escépticos doctores de la ley: sirven en sus sinagogas una fe carente de espíritu. Nosotros, ¿cómo servimos al Reino de Dios?.
Mañana será otro día, y a cada cual le basta su propia aflicción, o su alegría particular. Nuestra alegría es sabernos salvados en la eternidad, pero sujetos a una respuesta que debe darse en el tiempo. Navidad es más que una fiesta, pero no lo es todo si no ponemos todo en las manos del Señor. Zacarías no creyó, y se le fue cerrada la boca, era sacerdote judío, y no aceptó el mensaje del Cielo. Cuando la Palabra no es aceptada no se puede pronunciar a Dios a los hombres, sino que enmudecemos y enseñamos señas que sólo pueden graficar la tierra. Por esto la conversión del pueblo de Dios debe darse de manera integra: no solo el pueblo, sino también los presbíteros y aún los obispos. El statu actual es claro: papá noel llega con regalos, y los cristianos celebramos otra cosa, que es paradójicamente la celebración verdadera. algo pasa allá afuera que no tiene nada que ver con lo que tenemos nosotros dentro del corazón. ¿Qué clase de evangelización practicamos?, ¿qué propnemos?, ¿estudiamos el diseño correcto de esa evangelización?. No merecemos respuestas, sino la mudez de Zacarías. Nos gusta hablar del mundo y sonreir con mundana alegría, pero Dios no se vive en los hogares. ¿Dónde está la fe?. ¿Qué sentido tiene predicar sermones que no van a trascender las puertas del templo?. Si no convertimos nuestra vida y costumbres al modo que relatan infinitamente los evangelios, así seamos laicos o el Papa, no conseguiremos llegar con la palabra propia a ningún humano. Pero la Palabra puede hacer brotar santos de donde no se esperan. Vivir santamente no es exclusivo de los santos canonizados, sino que debe ser una tarea propia de la condición de bautizado. a esto nos llama el evangelio de hoy, a vivir la fe, mas que a atender lo puramente exterior, dice Dios "Misericrdiam volo, et non sacrificium", y Él mismo es Misericordia... Zacarías e isabel eran irreprochables a los ojos de Dios, pero Zacarías dudó. Nosotros no, no podemos dudar, ya Cristo está cerca, y nació en Belén el año cero. Estamos por celebrar la Solemnidad de su primera venida al mundo, no puede nuestra vida quedar muda. Amén