jueves, 16 de abril de 2015
Del libro "La fuerza de la palabra. Domingo de Guzmán"
Mendicantes y seculares se remitían ambos al carisma de asistencia, del que habla la primera carta a los corintios (12, 28) y que parece haberse dado a los auxiliares de los Apóstoles. [...] Pero, ¿no se podría subrayar cómo, según los exégetas, esa tarea de asistencia se pone en relación con el ejercicio de la misericordia (Rom. 12, 8) y de la caridad (Ef. 4, 28). El carisma de asistencia nace en Domingo de su compasión: ve al hombre aqueado por la miseria y quiere socorrerlo. Como espiritual que es ha comprendido que la miseria del hombre nace de su error y de su pecado y quiere comunicar el remedio de la gracia. ¿No da Dios los carismas para edificación de la Iglesia?.